Reflexiones dominicales embrutecidas.

lunes, 30 de julio de 2012

Es nuestra naturaleza

(del 23 al 29 de julio)

Alberto Garzón es un joven economista diputado de Izquierda Unida por la provincia de Málaga al cuál los ministros de Economía y Hacienda, Luis de Guindos y Cristóbal Montoro, hacen tal caso que hasta en ocasiones han abandonado el hemiciclo ante su turno de palabra y han ignorado sus preguntas. Pero ahí sigue el tío dando guerra e informando activamente a través de las nuevas tecnologías como twitter, en un ejemplo de buen uso de éstas, a toda la ciudadanía que quiera escucharle. Pues bien, esta semana le hacía Alberto a Cristóbal o Garzón a Montoro, como quieran, en el Congreso de los Diputados una muy buen comparación de España y los mercados con la historia de la rana y el escorpión.


Para el que no quiera ver el vídeo, le resumo la fábula:
Un escorpión llega a un río que no puede cruzar y una rana le ofrece su ayuda para poder ir a la otra orilla. En mitad del camino, el escorpión le pica a la rana y mueren los dos, pero antes de morir la rana pregunta al escorpión:
- ¿Por qué lo has hecho?
Y el escorpión le contesta:
- Es mi naturaleza
La rana seríamos nosotros como país, que hacemos todo lo que nos piden esos mercados que serían el escorpión que acaba matándonos, pues esa es su naturaleza, ahogar a los que menos tienen para que los que más tienen sigan ganando más.

Pero más allá de los mercados, me gustaría preguntarme hoy... ¿Cuál es nuestra naturaleza? Es decir, ¿cuál es la naturaleza del español? Para intentar descubrirlo me remontaré años y siglos en la historia  y cultura de nuestro país para encontrar una respuesta aceptable.

Empezaré por el final de la mal llamada "Reconquista" iniciada por Don Pelayo en el 722 en  Cangas de Onís y terminada por los reyes Católicos en Granada en 1492. Así se forjó nuestro actual país: a través de la unión del reino de Castilla con la corona de Aragón (a la que previamente se le había unido el Condado de Barcelona) y que después de expulsar a los musulmanes de Al-andalus y a todos los judíos que quedaban en la península, conquistaron el reino de Navarra en 1512. Y se acabó la preciosa diversidad de la que disfrutábamos y empezó la falacia de UNA España que más tarde alguien le pondría los adjetivos de Grande y Libre, sin llegar a ser nunca ni una, ni grande, ni libre.

Esta creación de España coincidiría en el tiempo con el descubrimiento de América y su riqueza y la consecuente eclosión del Imperio español (donde no se ponía el sol), que alcanzó sus más altas cotas de poder con Felipe II en el siglo XVI. A partir de aquí empieza la caída y la catástrofe. Aquel oro que traían empezó a quedarse misteriosamente por el camino y en cada puerto o en cada "aduana" una parte del botín desaparecía. Y lo que llegaba a las arcas reales era para disfrute del monarca y de toda su Corte. Creo que algo intentaban enviar a los soldados de las tropecientas guerras inútiles que España libraba en nombre del cristianismo en Europa, pero de nuevo, el dinero, desaparecía por el camino entre burócratas, sacerdotes y altos mandos militares alejados del campo de batalla.

Y así estamos ahora, que aunque el ministro diga que "no hay dinero" para pagar funcionarios, si que los hay para pagarle dietas de 1823 euros mensuales por alojamiento a 64 diputados con vivienda propia en Madrid. Y así se mantiene la Corte, a base de recortes.

También tenemos a un ex-presidente del CGPJ (Consejo General del Poder Judicial) llamado Carlos Dívar que tuvo que dimitir por gastar dinero público en asuntos lujosos y privados y que encima por ello se va a llevar unos 200.000 euros de indemnización.

Igualmente se supone que gastamos mucho dinero en la educación pública y hay que recortarla, pero sin embargo las subvenciones a la privada crecieron un 30% entre el curso 2004-2005 al 2009-2010 (en aquellos años de auténtico gobierno socialista...) hasta llegar a la cifra (de 2010) de que el 59% de los ingresos de la educación privada se paga con dinero público.

Y tras añadir a la cuenta todos esos millones de euros que nuestros ricos (grandes patriotas ellos) tienen en esos opacos paraísos fiscales para evadir impuestos, llego a la conclusión de que no es que no haya dinero... es que lo tienen escondido o guardado; no es que no fluya el crédito... es que se queda por el camino, como siempre ha ocurrido.

Pero todavía podemos indagar más y retratar mejor nuestra naturaleza. Para ello habrá que recurrir a la literatura, donde aparte de tener al inventor de la novela moderna, don Miguel de Cervantes (el cual, por cierto, estuvo en la cárcel por acusaciones de llevarse dinero público y tener ciertas irregularidades en sus cuentas), creamos uno de los géneros que más hemos admirado desde siempre: la picaresca.

Yo siempre he creído que la literatura es el mayor reflejo de una sociedad y que novelistas y escritores son los que realmente saben plasmar el carácter de todo un país más allá de datos, fechas y años. Y este país está lleno hasta la bandera de pequeños pícaros que estafan a turistas en bares, roban las carteras de guiris confiados y despistados o simplemente emplean su filosofía de "para que se lo lleve otro, me lo llevo yo". Son igual que ese Lazarillo de Tormes que no paraba de engañar a su amo, un viejo ciego que no paraba de putearlo. Este sería un problema menor si no se hubiera extendido rápidamente y hubiera arraigado tanto entre los dirigentes del país: antes reyes, duques y marqueses; hoy presidentes, ministros y diputados. Se expandió rápido el virus hispanus-picarescus también entre grandes empresarios y banqueros. Y sólo sería un problema y no un gran problema si no tuviéramos un pueblo algo inculto e ignorante y, en consecuencia, fácil de engañar.

Escribió Antonio Machado (una de esas excepciones que de vez en cuando da nuestro país en forma de genio y que acabó, para variar, exiliado) estos versos en sus Cantares:

"De diez cabezas, nueve embisten y una piensa"

Y así, el pícaro Ruiz Mateos, tras el fiasco de Rumasa que acabó expropiada en 1983 por el gobierno de Felipe González (más información de por qué en: http://es.wikipedia.org/wiki/Rumasa ), volvió a levantar su imperio comprando empresas al borde de la quiebra agrupándolas en Nueva Rumasa y con un bonito anuncio para que todo el mundo se hiciera inversor ha conseguido estafar, de nuevo, a millones de españoles a los que un famoso con traje de chaqueta les da confianza.

No es un caso único. La Comunidad Valenciana, que está arruinada y podrida de corrupción hasta las trancas por el gobierno popular de Francisco Camps, volvió a votar a su querido PP para hacerlo ganar con mayoría absoluta en las últimas elecciones autonómicas, en pleno vendaval gurteliano. Y además, el ex-president, salió airoso gracias a un jurado (muy) popular. El tiempo pone a cada uno en su lugar, y demostrado ha quedado que la gestión que Camps hizo de Valencia fue todo un éxito que ha llevado al actual president a pedir el rescate al Estado por no tener "ni pa pipas".

Contó Dalí en una entrevista que una vez viajó a Londres y se entrevistó con el creador del psicoanálisis Sigmund Freud. Mientras él (Dalí) no paraba de insistir en que leyera su teoría de la paranoia crítica, éste (Freud) no paraba de preguntarle por sus cuadros y obras, hasta que llegados a un punto, Dalí, con el pronto que tenía, casi le gritó tirándole la teoría en la mesa a lo que Freud contestó: "Señor, es usted el prototipo de español: un fanático"

Así somos un poco también, coreamos a nuestro equipo, nuestro partido o nuestro líder hasta la muerte sin saber muy bien por qué... aunque se equivoque, aunque se tuerzan las cosas, aunque acabe incluso jodiéndote a ti, hay que apoyarlo ciegamente.

Después de ver como el arte y la literatura te aportan el conocimiento que te hace despertar y pensar por ti mismo, entiendo por qué casi todos los grandes genios que ha dado España han acabado igual: o arrestados (véase Quevedo o Unamuno), o fusilados (véase Lorca o Miguel Hernández) o exiliados (véase Goya o Picasso). Actualmente nuestros grandes científicos huyen casi obligatoriamente también de los recortes en ciencia y educación de este país en lo que se puede considerar una forma de exilio moderno, mientras las empresas tiran de becas prácticas para contratar a estudiantes casi licenciados a precio de ganga en lo que sería la neoexclavitud del siglo XXI.

Y llegamos al último de los rasgos más característicos de la naturaleza española: la falta de autocrítica, cuyo mejor ejemplo lo hemos tenido en las comparecencias de esta semana en la Comisión de Economía del Parlamento para intentar esclarecer las causas de por qué el sistema financiero español está tan jodido. Y seguimos sin saber por qué... Ya que el antiguo gobernador del Banco de España dice que lo hizo todo bien y que la culpa no es suya; el ex presidente de Caixanova dice que él tampoco hizo nada mal y que su función era meramente representativa; la ex ministra de Economía, Elena Salgado, repite el discurso de que todo se hizo correctamente y que volvería a hacer lo mismo; y el ex presidente de Bankia, Rodrigo Rato, también echó balones fueras y se exculpó de toda responsabilidad. Son como niños, más concretamente, como Bart Simpson y su famoso: "Yo no he sido".


El fracaso es huérfano, mientras que el éxito tiene muchos padres. Si todo hubiera salido a pedir de boca, estarían intentando robarse méritos en vez de tirándose culpas. Y es que lo hicieron todo tan bien, que se fue todo a la mierda. Y se preguntan que por qué no se fían de ellos y no les prestan dinero... Lo gestionaron mal y dicen que lo volverían a hacer todo igual... ¿Le prestaríais vosotros una moto a quien todavía no os ha devuelto la bici que le dejasteis y que te cuentan que la tiene destrozada? 

Tenemos un gobierno que está alcanzando las cotas de inteligencia de Estados Unidos, donde si un loco entra disfrazado del malo de Batman en un cine y se lía a tiros pues... prohíben los disfraces de Batman, no las armas. A ese nivel está ya Rajoy y su gobierno de los mejores, porque para generar confianza nuestro ministro de Exteriores emite comunicados falsos conjuntos con Francia e Italia, países que no tardaron en desmentir la información oficial española. Ya no es que engañen a todo un país haciendo todo lo contrario de lo que dijeron, es que intentan engañar a todo un continente al que tratan con orgullo español, es decir, con prepotencia de paleto, y al que ya "no se la damos con queso". Y lo peor es que su inteligencia nos está llevando más a la catástrofe. Los EREs se han disparado un 500% desde la Reforma Laboral y el paro está en su récord histórico (y eso que es verano y que se supone que ahora hay trabajo). Siguen haciendo reformas que no arreglan nada, siguen estancados en su camino único que lleva al precipicio, amparados en su mayoría absoluta que se ganaron mintiendo, siguen su naturaleza española de fanatismo, picaresca y falta de autocrítica. 

Feliz domingo.


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