(del 28 de mayo al 3 de
junio)
Lunes por la mañana. La prima de
riesgo sube y sube y, ante la sorpresa de los ciudadanos y de los medios de comunicación,
el presidente del Gobierno decide dar una rueda de prensa después del Comité
Ejecutivo Nacional del PP. Por fin habla Rajoy, y es que ya era hora. Ese
candidato del PP que nos prometía que sería un presidente que daría la cara, se
esconde cobardemente, incluso protagonizó una cómica carrera en el Senado
huyendo de una manada de periodistas armados hasta los dientes con micrófonos,
cámaras y grabadoras. La prima de riesgo subía y subía y salió Rajoy para
tranquilizarnos a todos y mostrarnos el camino. Porque algo así fue lo que
dijo, que estos recortes en forma de reformas son el camino para salir de la
crisis, que no hay otra opción posible y que Europa tiene que actuar ante la
incompetencia de la política española. Porque fue una incompetencia
nacionalizar Bankia sin tener ni puñetera idea de que se iba a hacer con ella
para luego ir descubriendo un agujero que creció y creció hasta adoptar una
profundidad de 23.000 millones de euros. Pero es la única opción posible para
salvar España, es parte del camino. El mismo camino que nos indica que la prima
de riesgo no sube por la mala gestión del problema Bankia, sino por pitar el
himno nacional, como dice el ministro Margallo, pues eso queda muy antipatriótico
y da muy mala imagen de nuestro país.
Por ese mismo camino confluye
Carlos Dívar, que el miércoles también se dignó a dar una (pseudo)rueda de
prensa en un descanso de una reunión del CGPJ. Con un guión perfectamente
escrito, ensayado y preparado, la película fue más de lo mismo: siguió sin
explicar sus viajes, sin aceptar nada de culpa y sin dimitir. Incluso se atrevió
a dar un sólido (y contradictorio) argumento: los fines de semana pagados por
el Estado eran por cuestiones de trabajo, y si casi todos eran a Puerto Banús,
es porque es su pueblo natal… Enorme casualidad.
Y es que el camino está saturado
de indicaciones para que nadie se pierda y se salga de él. Indicaciones que a
veces vienen en forma de palos y pelotas de goma. El jueves, miles de mineros
tomaron la plaza del Bernabéu en Madrid protestando por los recortes al sector
de la minería del carbón y acabaron huyendo de
unos perros obedientes, incapaces de pensar y actuar por sí mismos y que
el Estado saca cada vez que intentan protestarle por injusticias o
cuestionarles sus problemáticas soluciones. El camino no es cuestionable, la
duda se paga con dolor, así tendremos toda una población de obedientes
ciudadanos que ejercerán como tales con la misma profesionalidad con la que
ejercía el médico a palos de Molière.
Mientras, la prima seguía rebelde
y marcando máximos históricos. El Gobierno decidió entonces mandar a la
vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría (cuyo nombre con triple S le cuesta
horrores pronunciar al ‘sheñor’ Rajoy, por lo se rumorea que en la intimidad le
llama Peggy, por su gran parecido a la cerdita Peggy, novia de la rana Gustavo
en barrio sésamo). Y siguiendo el camino, Soraya se fue a EEUU para reunirse
con el tesorero estadounidense Geithner y la directora del FMI Lagarde. En un
par de fotos publicadas (adjuntadas a continuación) se puede ver la enorme sonrisa
y cara de ilusión de Soraya reunida con tales mandatarios mundiales.
Está
codeándose con la élite política y económica mundial, incluso la han invitado a
una reunión del selecto club Bilderberg, y, por un momento, la pobre ha
olvidado todos los problemas que achacan al país y está disfrutando de un
ratito de felicidad con el que seguramente soñó desde niña. Contrasta que
mientras el pueblo español es más pobre y mísero, los políticos españoles se
rodean de poderes elitistas. Supongo que se les ha olvidado decir que este
camino por el que nos llevan obligados tiene una acera chapada en mármol y oro
para ellos y un carril arenoso, embarrado y accidentado para los demás.
Y llegó el Sábado, y volvió a
hablar Rajoy. Parece que esta semana está en racha, lo mismo ha cogido la
confianza en él que los mercados no tienen o quizás porque tiene la sensación
de que le queda poco tiempo como presidente y quiere aprovecharlo. Y volvieron
a salir de su boca palabras tan sabias como “La gente no tiene por qué saber nada de la prima de riesgo o de Ollin
Rehn – (responsable de Asuntos Económicos y
Monetarios de la Unión Europea)”. ¡Sí señor! ¡Ese es el camino! ¡La ignorancia! Así es como
Rajoy nos dice sutilmente que nos preocupemos por si España gana la Eurocopa
2012, o que nos entretengamos con las Olimpiadas, que veamos Sálvame y toda la
telebasura que nos ofrecen gratuitamente y que dejemos a “los que saben”
gobernar. Lo malo es que esos “sabiondos” suelen acabar con los bolsillos
llenos de dinero mientras más de media España se come las uñas y los mocos en
esa feliz ignorancia.
Leí hace poco este chiste de El Roto
Y es que este camino de recortes
y privatizaciones, que es único y absoluto cual dogma católico, nos lleva al
mismo destino que otros caminantes como Grecia, Irlanda o Portugal. Y la verdad
que la palabra caminante conforme se avanza por este camino va cogiendo el
significado que tiene en la serie Walking Dead. Y poco a poco la democracia de
los Estados se va convirtiendo en una democracia zombie que deambula
corrompiendo todos los estamentos y derechos creados durante años de lucha. Me
van a perdonar, pero yo nunca he creído en el camino marcado, y como bien dijo
el poeta:
Caminante, son tus huellas
el camino y nada más;
caminante, no hay camino,
el camino y nada más;
caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.
Al andar se hace camino
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
se ha de volver a pisar.
Caminante no hay camino
sino estelas en la mar.
Y con estos versos de don Antonio Machado, que murió exiliado de una
España que seguía el camino marcado por un enano cabrón llamado Franco, me
despido una semana más.
Feliz domingo.
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