Reflexiones dominicales embrutecidas.

domingo, 28 de octubre de 2012

El Vals del Obrero

(del 22 al 28 de octubre)


Corría el año 1996 cuando España demostraba su madurez democrática con un giro total de orientación electoral, cambiando un gobierno que cada año que pasaba se volvía un poco menos socialista por otro que cada año que pasó se volvió un poco más fascista. Para variar un poco, la vuelta de tuerca se vio motivada por dos factores: el desgaste y la degradación que deja el poder tras 14 años y la crisis que desde 1993 azotaba a España  y que hizo subir la cantidad de parados hasta los cuatro millones (parece que lo de sufrir crisis es la letra pequeña del capitalismo).

Eran malos tiempos para la economía, pero buenos tiempos para el bipartidismo, pues las grandes mentiras de la transición aun no habían sido descubiertas. José María Aznar fue elegido presidente y  se autodeclaró salvador de la patria española (como antiguamente había hecho otro enano cabrón con bigote) y con firme visión cortoplacista declaró una ley del suelo que fue la semilla de la planta carnívora gigante que nos devora hoy en día.

Mientras tanto, en el barrio obrero y madrileño de Vallecas, un grupo de perroflautas (que por entonces no les llamaban así, sino punkis o hippies) sacó una de las mayores obras maestras de la música rock española dejando en ella una crónica de todo lo que asolaba a la España de 1996. Si hacemos un pequeño recorrido por las canciones de este mítico disco nos daremos cuenta de que durante 16 años hemos vivido una ilusión y que no solo siguen los mismos problemas de entonces, sino que han aumentado con creces. Si la crisis se ceba especialmente con este país, es porque hemos ocultado durante años defectos que han ido creciendo hasta apoderarse del sistema, y es que hoy en día la democracia española tiene más sombras que luces.

Para solucionar el problema hay que cambiar parte de la idiosincrasia de este país. Tenemos que dejar de practicar la cleptomanía crítica como si fuera algo normal, como si estuviera justificada y tenemos que dejar de echar en cara el pasado para mirar al futuro (aunque por supuesto hay partes del pasado que se merecen un poco de justicia en este presente, para en vez de tapar viejas heridas, curarlas de una vez y hacerlas cicatrizar). Es algo difícil de conseguir, ya que este país intenta nadar en su propia identidad con orgullo sin darse cuenta de que se está ahogando poco a poco. ¿Y cómo es esta idiosincrasia de la que os hablo? ¿Cómo ha sido, es y no quiero que sea este país? Pues Ñapa Es...

  
Muchas veces pienso en que realmente este país no quiere cambiar. Cuando te invade este pensamiento es cuando, si puedes, emigras sin resentimiento alguno. Quizás por eso estamos teniendo un éxodo brutal de gente que se va, casi medio millón en lo que va de año. Me duele esta fuga humana más que la de capitales, ya que hay muchos nuevos emigrantes españoles en los que se ha invertido un dinero  en educación y formación (algo que para el gobierno ahora es un gasto) y buscan un trabajo digno donde poder desarrollar toda su capacidad. Y es normal, que diplomado o licenciado no va a querer salir de este país de pandereta cuya mejor oferta de trabajo actualmente consiste en una neoesclavitud mal remunerada en forma de beca. Claro que para algunas élites del poder toda esta gente bien formada no es más que un problema, pues un pueblo ignorante es un pueblo mucho más fácil de dominar.

Muchos se van, pero muchos otros permanecemos aquí (de momento) orgullosos de estar entre el proletariado...


No entiendo a la gente que mira impasible el recorte brutal de derechos y libertades que este gobierno está llevando a cabo. No sé como hay gente que no le hierve la sangre ver como una panda de ignorantes malcriados que no ha dado un palo al agua en su vida se ría de todo un pueblo a golpe de decreto-ley. 1 de cada 5 españoles vive por debajo del umbral de la pobreza, sin embargo las grandes fortunas han aumentado durante la crisis y la deuda generada por grandes inmobiliarias y bancos (y asumida por políticos incompetentes) la tenemos que pagar el resto de españoles a base de injustas subidas de impuestos y de recortes salariales. Y eso el que pueda trabajar, es decir, un 75% de la población activa, ya que el otro 25% (casi unos 6 millones de personas) está en el paro y la cifra sigue subiendo. Vemos que la Reforma Laboral ha funcionado de maravilla... los EREs se han disparado un 70%.


Ante la situación no queda otra que luchar con las pocas armas legales que esta escueta democracia nos da: manifestaciones y huelgas. Las calles se están llenando poco a poco de todo tipo de trabajadores: mineros, profesores, médicos, enfermeros, funcionarios, bomberos... Aunque aun no es suficiente, esos casi 6 millones de personas que no tienen trabajo tienen que tomar las calles día y noche, exigiendo soluciones. Dice Rajoy que huelgas generales como la convocada por los decrépitos sindicatos mayoritarios para el 14-N no sirven para arreglar nada. Y es cierto, sirven para poner en conocimiento del máximo gobernante de la patria (es decir, en conocimiento de usted, Mariano Rajoy) que no está consiguiendo solucionar nada, que la gente sigue jodida, cabreada, asfixiada... Usted iba a ser el presidente que no nos iba a mentir y cada vez que abre la boca es para contradecir una promesa electoral. La huelga general es para hacerle saber que no nos gusta el camino que está tomando, ese que usted dice que es único, pero tan solo es el único camino que su parcial ceguera le permite ver. Aunque lo mejor es su reacción ante cada manifestación para convencernos de que su cruel gestión del país es la buena y de que aquí hasta nos sobra democracia: leña y punto.


La misma policía que ayer te pegaba mientras gritabas exigiendo tus derechos, hoy se manifestaba enfrente de la sede del Ministerio de Interior pidiendo una subida salarial. Es la misma policía denunciada por Amnistía Internacional por abusos policiales y es que, gracias a la evolución de las tecnología, hay ejércitos de cámaras en las manifestaciones grabando y fotografiando los excesos policiales para después denunciarlo vía internet (ya que vía televisiva ignoran la cuestión). Pero tranquilos, que el gobierno, en un acto de preocupación por su pueblo, ha decidido hacer una ley que prohíba grabar cuando un policía se pasa de listo o de chulo y así el problema estará resuelto.

Nos prefieren entretenidos y callados y para ello se aprovechan de la ignorancia y el miedo. Quieren que seamos una mayoría silenciosa que asume con indiferencia o incluso aceptación la violación diaria a la que nos someten. Quieren que encima de putas, pongamos la cama. Y, en parte, lo consiguen usando armas de distrucción masiva en forma de oferta telebasuravisiva. Ya sea con falsas tertulias donde todos están de acuerdo y se dedican más que a despotricar que a discutir, como con programas culturales a lo Sálvame o Gandía Shore... Antiguamente había menos tele y más revistas del corazón, pero el concepto seguía siendo el mismo: espectáculo circense para distraer.


Ayer Rajoy dio un discurso en Barcelona donde hablaba de la España plural, mientras su ejército ministerial habla de españolizar algunos rincones de la península y de recentralizar el Estado. Ese es mi Mariano en su más puro estilo donde dije digo, digo Diego. El PP gobierna movido por ideales, por lo que siempre han pensando, no porque la grave situación económica les obligue a tomar decisiones injustas. Y aunque hablen de la España plural, construyen su España y nada más, que para eso vale una mayoría absoluta sustentada en un 44% de votos válidos (menos de la mitad) y un 30% del total de habitantes inscritos. Y como buenos creyentes católicos, apostólicos y españoles, imponen la doctrina eclesiástica que a ellos le inculcaron desde bien niños.


La Iglesia es la única que no está sufriendo ni una mijita de crisis. Sigue sin pagar el IBI, sigue pudiendo poner a su nombre tierras e inmuebles y sigue intentando legislar en el coño de la mujer (aunque pensándolo bien, que puedes esperar de una religión que se basa en este mismo concepto, pues su Dios ya engendró a una virgen sin pedirle permiso para traer al mundo a un hijo que más tarde mataría con crueldad).


Aunque soltar toda esta verborrea me alivia y soy un bloguero despotricador, no quisiera despedirme hoy sin aportar alguna solución. Y tengo una: legalizar la marihuana. Es un tema muy polémico, pero creo que su prohibición solo beneficia a las mafias que viven de su tráfico ilegal. Es algo que tenemos que empezar a plantearnos y que no es nada raro, países como Holanda llevan mucho tiempo con un mercado de cannabis regulado y Portugal lleva algunos años despenalizando su consumo... y parece que funciona. Con esta medida todo son ventajas: la policía no tendría que perseguir el tráfico de hachís tan intenso que nos viene de Marruecos y tendría más tiempo libre para investigar el fraude fiscal, donde se pueden ganar más millones que con cualquier recorte en sanidad o educación; y además, toda la marihuana tendría que pasar un control de calidad y, al ser una droga legal, aportaría a las arcas del Estado una cantidad importante de dinero en forma de impuestos, al igual que ocurre con el alcohol y el tabaco, drogas legalizadas, pero drogas al fin y al cabo.


Soy un apasionado de la música y me encanta ponerle banda sonora a todas las facetas de mi vida, por eso mezclo música con revolución, porque esta parte no estará exenta de melodías que me ayuden a afrontar la vida mejor. Decía Nietzche que él jamás podría creer en un dios que no supiera bailar y yo jamás podría creer en una revolución que no bailara ni cantara. Por eso seguiré bailando al son del vals del obrero.

Feliz domingo.

P.D.: ¿Insistimos?

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