(del 25 de junio al 1 de julio)
Demasiadas desgracias juntas. Los
católicos dirán que es Dios quién nos castiga por nuestros pecados, los hippies
dirán que es el karma y la madre naturaleza la que nos está devolviendo el
golpe. Yo, la verdad, no suelo creer en esas cosas metafísicas y espirituales,
soy un hombre de muy escasa fe, pero todas estas olas de catástrofes que nos
asolan me recuerdan a esos cuentos bíblicos de castigo e ira de Dios.
Primero nos llegó una plaga de
estupidez en forma de cargos políticos que empezaron a cargarse los éxitos de
los antiguos profetas. Y es que no me explico si somos seres tan evolucionados
cómo podemos tener un gobierno de seres involucionados. En Sanidad, la ministra
Mato deja de subvencionar de un plumazo 426 fármacos, mientras que en el
ministerio de Fomento se plantean nacionalizar autopistas con un agujero de
3800 millones de euros. Como siempre, socializando pérdidas y privatizando
ganancias, pues las que van estupendamente y dan dinero, son para particulares
que normalmente suelen ser los amigotes del secretario del ministro. La misma plaga
afecta al ministerio del Interior que quiere prohibir un partido político por
subvencionar un documental sobre presos de ETA, mientras que desde su propio
partido no dicen nada de la financiación ilegal que el lunes acreditaron
Hacienda y la policía.
Esa misma estupidez lleva a los gobiernos autonómicos a
ponerle el culo a un ricachón facha estadounidense que quiere construir en
Madrid o en Barcelona la ciudad del vicio europea. Bienvenido míster Marshall,
le recibimos con alegría, para que se forre a costa nuestra, que si nuestros
bancos andan cortitos de dinero y no dan préstamos, a usted seguro que se lo
dan; que si prohibimos fumar en establecimientos pensando en la salud de
nuestros ciudadanos, ese pensamiento desaparece en cuanto nos suelta el dinero
en la mesita de noche después de meternos la poya hasta el fondo. “La patria es
una fulana, menos mi madre y mi hermana, no hay coño que no esté en venta” como
cantaba Sabina con Santiago Segura en la banda sonora de Torrente 2.
Pero no se
acaba ahí, el ministerio de Educación también ha sido contagiado y propone una
nueva reforma educativa (otra más) retrógrada y partidista en la que se vuelven
a tiempos franquistas con 3 reválidas: una después de primaria, una después de
ESO y una después de bachillerato. Esto, aparte de elevar los costes, es un
insulto a todo el profesorado español que lleva siendo atacado con reducciones
salariales y aumentos laborales. ¿Y por qué es un insulto? Porque el gobierno
demuestra su total desconfianza hacia el sector educativo al querer imponer el
criterio estatal de quien no tiene ni puta idea, al criterio del docente que ha
tratado durante mínimo un año al alumno. La Educación en este país va a seguir
siendo una de las peores de toda la Unión Europea hasta que no haya un gran
pacto de Estado en que se le haga caso a los PROFESIONALES del sector, es
decir, profesores, alumnos, directores, rectores, personal administrativo…
Pero la plaga de estupidez se
extiende y ya ha saltado de la política a la Justicia, ese organismo
democrático que pasó de puntillas por la transición española y ahora resulta
que el juez Garzón, aparte de inhabilitado por culpa del mayor corrupto “gurteliano”
que ya patea las calles de su país, tiene que pagarle a éste 482,26 euros. Y de
la Justicia, ha saltado a la banca, donde ha infectado a los Consejos de
Administración de Cajas y Bancos con ineptos, inútiles y sinvergüenzas. Y no
sólo eso, ahora que Europa va a recapitalizar directamente a los bancos y va a
imponer un enorme control sobre ellos, estos critican la política de Bruselas e
incluso el presidente de la patronal bancaria tiene el descaro de decir la
estupidez de que “para arreglar la falta de competitividad, hay que bajar los
salarios durante 5 o 10 años”. Esta puta crisis es por su puta culpa, no lo
olvidéis. Por su falta de inteligencia y su exceso de avaricia. Y ahora se ven
jodidos, muy jodidos (aunque no tanto como nosotros), pues por ejemplo su
inversión en terrenos puede hundirlos aún más en la miseria, ya que existe una
ley que si un terreno urbanizable en tantos años no se ha urbanizado, pasará de
nuevo a considerarse rústico. Pues bien, en breve ese período llegará y ellos o
no se han dado cuenta, o no han querido saber nada del tema.
Pero no solo de estupidez muere
España. También tenemos una enfermedad que afecta sobre todo, para variar, a
los políticos llamada chulería o prepotencia. En La Rioja tenemos al hijo de un
portavoz del Partido Popular que es de los pocos que no se achantan ante la policía
fascista del país y tiene el privilegio de poder decirles algo como: “cuando gobierne el PP vais a picar piedra
o trabajar en una fábrica, como vuestra puta madre. Desgraciados”. Y
luego hay que pegarles a los del 15-M que son unos provocadores… ¿no?
Y podemos
seguir mirando ejemplos en el mapa, como por ejemplo en Castilla La Mancha, donde
a una Inspectora de Trabajo que expedientó a la empresa de un familiar de un
alto cargo del PP le han echado… En la misma comunidad encontramos a la diva
Cospedal que pone a 6 policías pagados con dinero público a vigilar su palacio toledano.
Y seguimos viajando hasta Madrid, donde en el pueblo de Valdemoro el PP cerró
la piscina municipal durante todo un día para su propio disfrute con un fiestón
de paella y sol. Muy español todo, eso sí. Y ya llegamos a mi comunidad
preferida: Valencia. Porque las plagas se están cebando con la pobre Valencia.
Primero la faraona de su capital, Rita Barberá, tuvo el par de cojones de
bajarse de su coche oficial para recriminar a una conductora de autobús su
sueldo de 3.000 euros (según ella) ante sus pasajeros, todo por llevar una
pegatina de protesta con las palabras “Rita no paga”. Por cierto, he de
informaros que un conductor de autobús en Valencia cobra entre 1.400 y 1.700
euros y llevan ya unos cuantos retrasos por lo que han decidido convocar una
huelga (ooootro sector más en huelga). Pero si hay algo típico de allí, aparte
de la paella, es la corrupción, y de las 135 solicitudes de la amnistía fiscal
que ya se han registrado, la mayoría son de allí (treinta y tres). En segundo
lugar en esta clasificación tenemos a Cataluña con diecinueve y en tercero a Madrid
con quince. Aquí no hay diferencia entre catalanes, vascos o españoles, todos
somos iguales ante el escaqueo fiscal y la picaresca típica de nuestra tierra.
Pero hay
algo que está sufriendo Valencia y que aún siendo tierra de mayoría absoluta ignorante y corrupción natural, no se merece: el fuego.
Desde ayer un incendio (el peor en los últimos veinte años de España dicen)
está arrasando hectáreas de bosque y campo, ha obligado a cortar vías
secundarias y a evacuar a más de mil personas. Valencia amanecía esta mañana bajo
ceniza y humo con una imagen apocalíptica. Quizás se acerque el fin del mundo
como dijeron los mayas. Y el que Belén Esteban sea portada de Interviú y
Alejandro Sanz vaya a sacar nuevo disco no hace más que empezar a confirmar mis
peores temores de que me pierdo la última película de Tarantino y de Southpark
que saldrán en 2013.
Aunque
bueno, todo esto nos suda la poya si esta tarde ganamos la final de la Eurocopa.
Por cierto, en el palco estarán el príncipe Felipe, Mariano Rajoy e Ignacio
Wert. Han viajado allí con el dinero de tus impuestos, por si no lo sabías, y supongo
que será su premio por tener el país patas arriba. Ojalá nuestros políticos
fueran la mitad de buenos que nuestros deportistas, entonces sí que seríamos un
país de élite mundial y no el cateto de la clase que destaca en Educación
Física y Religión.
Feliz
domingo.
P.D.: A
los malagueños os informo de que también tenemos este verano una plaga de
medusas, aunque bueno, con este gobierno que no para de mearnos encima se nos
aliviarán rápido los picores si nos pican.
No hay comentarios:
Publicar un comentario