Antes de que acabe este domingo 22
de marzo de 2015, día de la décima fiesta de la democracia andaluza, quisiera,
ya con los resultados en mis manos, hacer una pequeña reflexión.
El PSOE
ha vuelto a ganar holgadamente. Si, el PSOE
de los EREs y los Cursos de Formación. Si, el parcheado PSOE del Felipe
González del 82 y del Manuel Chaves del 90. Si, el mismo PSOE que durante más de 30 años ha gobernado Andalucía para
hacerla lo que es: una tierra de pobrecitos trabajadores, jornaleros vasallos y mamones. Sobre todo
mamones. Da igual de donde
venga el bote mientras se pueda meter la mano en él. La única
explicación que le encuentro a esta indiferente placidez contra la corrupción
es que la mayoría andaluza chupa del bote, en mayor o en menor medida, pero
mama, al fin y al cabo. Estos mamones andaluces, que en vez de tierra y libertad
piden un puesto en la Junta, son la base del infinito éxito electoral del PSOE. Votantes socialistas, podréis buscar mil excusas,
pero, para mí, , ya sea por ignorancia o por conveniencia, sois cómplices de todos y cada uno de los
casos de corrupción que carcomen las paredes de este cortijo, el cual, aun
estando en ruinas, se mantiene en pie gracias a sus duros cimientos.
¿Por qué? Es la pregunta que una y otra vez ataca a mi
mente. ¿Por qué? Es la cuestión a la que
le busco mil respuestas y ninguna de las que le encuentro me gusta... Quizás sea por el carácter de esta tierra sumisa y rebelde a la vez, una condición que Juan Carlos Aragón reflejó perfectamente, hace ya 16 años, en un pasodoble de carnaval con una inolvidable letra que expresaba el contradictorio espíritu
andaluz, y que remataba con un apoteósico final que, casi sin querer, ha llegado volando a mi cabeza entre esos malditos por qué, por qué, por qué...
"... el servilismo mamón de las marmotas de
Andalucía"
Feliz domingo.
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