(del 21 al 27 de enero)
Vestidos con un elegante aire
elitista de intelectuales se plantaron ante nosotros y nos iluminaron con decisiones
que, aunque difíciles de tomar y bastantes dolorosas para el pueblo, nos harían
llegar al final de este tortuoso camino en el que ellos mismos, con esas mismas
ideas, nos habían metido. Nos engatusaron
y nos marearon con un vocabulario complicado lleno de términos que nos
eran ajenos y que hacían de su discurso algo inteligible, para que así nos creyéramos
que tras sus múltiples y caros títulos y diplomas expedidos por grandes universidades
(de pago) había una mente prodigiosa que predicaba el remedio absoluto e
indiscutible que le curaría esta enfermedad al capitalismo. Una enfermedad que
empezó con síntomas leves, como queriendo parecer un simple resfriado para el
que no había que aplicar más medicina que el reposo y el paso del tiempo y que
ha terminado agravándose hasta tener dolores de casi 6 millones de parados.
Quizás la enfermedad sea el capitalismo en sí, pero eso no se cuestiona, ya que
los grandes genios mundiales tienen la certeza de que el camino hacia el Estado
del Bienestar es único y pasa por este infierno donde cada día los ricos son
más ricos y los pobres más pobres.
Por eso, ese conjunto de talentos
se reúnen en selectas organizaciones como el FMI o el Gobierno de la nación
española que en cuanto vieron la gravedad de la situación, se aplicaron y
empezaron a lanzar genialidad tras genialidad. Primero, había que arreglar el
problema de la falta de trabajo, y para ello Rajoy lanzó una Reforma Laboral
cuyo objetivo era agilizar la contratación abaratando el despido y facilitando
los EREs, y aunque esta medida fue tomada de urgencia para provocar efectos
inmediatos en una población que cada día alcanza un nuevo límite, resulta que
hay que esperar aún otro año más para ver el trabajo aflorar, aunque tras la lente de unos cristales populares, ya está dando sus frutos (igual que hace unos años tras unas gafas socialistas algunos veían brotes verdes). Tranquilos, confiad en sus
cerebros superdotados,que estamos en buenas manos. La sabiduría de estos
grandes intelectuales queda también patente en el FMI que, como sabe que
rectificar es de sabios, ahora dice que quizás subestimara algunos factores en lasprevisiones que les sirvieron para justificar sus incuestionables consejos.
Y dentro de toda esta erudita y
docta jet set encontramos el súmmum
de la inteligencia: Luis Bárcenas, cartero de los Reyes Magos, e Iñaki
Urdangarín, el duque empalmado. Han conseguido burlar a todo un país durante
años, viviendo del cuento y robando del erario público gracias a contactos
conseguidos a través de las buenas amistades y relaciones que han ido
cosechando durante toda su vida y que, ahora, en un acto de amistad y
solidaridad, son los mismos que mantienen sus traseros lejos de las rejas gracias
a una descaradamente lenta y torpe justicia que posee todas las minusvalías
menos la que más necesita: la ceguera, pues hace tiempo que la perdió y su
balanza está trucada para caer siempre del lado del dinero.
Pero el talento y la inteligencia
se expanden rápido por este país, y en la bancada socialista de enfrente tenemos
al ya expresidente de la fundación IDEAS que tuvo la genial idea (valga laredundancia) de inventarse a una listilla que escribiera columnas y pagarle con generosidad, y aunque lo descubrieran,
el listo siempre tiene un plan B y la listilla ha resultado ser más lista de lacuenta para aparecer personificada en la exmujer que, aprovechando el tirón de
la polémica, hace publicidad de su próximo producto literario.
Pero el más listo de la
clase siempre fue el rey de España, don Juan Carlos de Borbón, que después de
descuidar sus habilidades en sus múltiples pilladas in fraganti, se esfuerza
cada día más por agradar a la ciudadanía y volver a caer bien a un país jodido
y cabreado. Recordad cuando en un acto de infinita bondad, viendo que a los
funcionarios les robaban su paga extra, él decidió bajarse el sueldo, algo
evidentemente injusto, porque su trabajo, esfuerzo y dedicación merecen una
compensación económica a la altura, por eso ya se lo ha vuelto a subir.
Y así, entre listos, se crea la
marca España que lleva por todo el mundo como seña de identidad esa picaresca
nuestra tan de aquí.
Feliz domingo.
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