Reflexiones dominicales embrutecidas.

domingo, 6 de enero de 2013

Carbón

(del 31 de diciembre de 2012 al 6 de enero de 2013)

No sé que le habréis pedido a los Reyes Magos de Andalucía  (anteriormente conocidos como los Reyes Magos de Oriente), pero sea lo que sea... no os lo van a traer y os van a poner carbón, porque habéis sido malos y habéis estado exigiendo derechos y pidiendo justica por encima de vuestras posibilidades.

Sin embargo, en este país aun queda gente decente y buena para los que los Reyes Magos incluso se han adelantado. Hablo, entre otros, de María Dolores de Cospedal, que aunque su sueldo parezca menos, resulta que es más (Magia Real), algo así como 158.388 euros en 2011. O, por poner otro ejemplo, Rodrigo Rato, que tras salir con la cabeza agachada del FMI y terminar de destrozar la estafa de Bankia, ahora le surge un empleo en la más que digna Telefónica (cueva de chorizos como Urdangarín y de impresentables como Zaplana). Con lo difícil que es encontrar un trabajo en este país hoy en día... Supongo que habrá que destrozar empresas para conseguirlo. También tenemos al empresario de moda, Amancio Ortega, dueño de Inditex, una de las pocas empresas que han aumentado sus ingresos pese a la crisis. Nada tiene que ver en este aumento de capital el traslado de la producción a países tercermundistas de mano de obra barata ni al trabajo precario cercano a la esclavitud que fomenta en todas sus tiendas. Lo importante es que es español y rico, y por lo tanto, es de patriotas estar orgullosos de él. 

Pero también hay gente muy buena que aún no ha recibido sus regalos de Reyes, como por ejemplo Mariano Rajoy, que necesita con urgencia un poco más de chispa y de labia, ya que sus excusas para escaquearse de las pocas preguntas comprometidas de la prensa empiezan a pasar de ridículas a insultos a la inteligencia. También necesita su majestad don Juan Carlos que sus majestades de Andalucía le traigan un poquito más de popularidad, ya que últimamente la ha ido perdiendo yendo de escándalo tras escándalo y empieza a no colar lo de la campechanía y a cansar lo de la Transición.

Pero esa panda de satánicos egoístas demoníacos que son los profesores y médicos de este país, solo merecen carbón. Para los abogados y fiscales: carbón. Para los trabajadores de la limpieza: carbón. Para los trabajadores del Metro: carbón. Para los periodistas comprometidos y con criterio: carbón. Para los manifestantes: carbón y palos. Para los universitarios: carbón. Para los obreros: carbón. Para los científicos: carbón. Para los ingenieros: carbón. Para los autónomos: carbón. Carbón, echa carbón, mucho carbón a ver si explota la caldera.

Más y más carbón... tanto, que en unos años iguale al petróleo como primera fuente de energía y aumente más rápidamente la contaminación del planeta Tierra hasta que éste se harte de nosotros, reviente y nos mande al carajo.

Feliz domingo.

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